Ahora, Guido van Rossum, creador de Python afirma que quieren hacer que su creación sea el doble de rápida. Pese a su popularidad, no es aun asunto menor, pues esa “lentitud” está haciendo que surjan implementaciones como Pyston, o no ser alternativa en muchos casos a C++ por necesidades de velocidad.
Habrá que esperar a Python 3.11 para comprobar si la velocidad mejora
Python 3.11 será la versión que incluirá los cambios de los que habla Guido van Rossum. Para ello, habrá que esperar a la pre-alpha de Python 3.11.0, que se espera para mayo de 2022. Para la versión de prelanzamiento, sin embargo, habrá que esperar tres años, a 2024. Con la rama 3.11 coincidirán en desarrollo otras dos versiones, como 3.10 y 3.9.
Por el momento, van Rossum trabaja en Python, pero desde el seno de Microsoft, en donde eligió trabajar después de estar aburrido en casa tiempo después de su jubilación. Esto generó algunas polémicas, pero ha servido para que Microsoft contribuya al ecosistema Python con 150.000 dólares de patrocinio para la Python Software Foundation (PSF) este año.
El equipo de Microsoft dedicado al desarrollo de Python está compuesto por van Rossum, pero también por Eric Snow y Mark Shannon. Los tres colaboran con los desarrolladores de Python, y no plantean forks que den dolores de cabeza a la comunidad.
En su presentación sobre el trabajo en CPython, afirma estar lejos de asegurar de que duplicara la velocidad, pero son optimistas. Ello pasa, según el creador del lenguaje, por no romper compatibilidad ABI estable, ni romper compatibilidad API limitada, así como por una apuesta para que el código permanezca “mantenible”.
Al final asegura van Rossum, los más beneficiados serán los usuarios de tareas intensivas basadas en código puro de Python, usuarios de webs hechas con Python, y usuarios de herramientas que usen Python, por lo que, de llegar, las mejoras estarían lejos de quedar solamente en el lado de los desarrolladores.